Carlos Sainz

Es el matador de Madrid, de la realeza del automovilismo.

Después de entrar en la F1 en el Bull Ring junto a Max Verstappen en Toro Rosso en 2015, Sainz rápidamente demostró su espíritu combativo. Un piloto tenaz, pone el coche al límite mientras se abre paso entre el pelotón. No es de extrañar que Sainz haya ganado el apodo de «Chilli».

Pero el español es inteligente además de instintivo, pensando su camino a través de la carrera y hacia los puntos. Este temperamento tranquilo lo acompaña fuera de la pista, donde se mantiene imperturbable ante la presión de forjar una carrera en la Fórmula 1 con un nombre tan famoso.

Sainz es hijo del doble campeón del mundo de Rally, también llamado igual que él, y ha llevado algunas de las habilidades de conducción de su padre a la F1, siendo uno de sus gustos un delicioso toque de derrape, por ejemplo.

Tras seguir los pasos de su famoso padre, Sainz ha tenido grandes botas de carreras que llenar, primero en McLaren, donde reemplazó a su héroe de la infancia, Fernando Alonso, y ahora en Ferrari, en el asiento que anteriormente ocupó Sebastian Vettel.

Nunca es fácil vivir a la sombra de gigantes deportivos, pero Sainz ha demostrado tener la determinación y disposición para afrontarlo, logrando cuatro victorias en Grandes Premios durante su tiempo con la Scuderia antes de afrontar su último desafío en Williams. ¡Vamos!