Charles Leclerc

Nacido en el idílico Mediterráneo de Mónaco, Leclerc llegó a la Fórmula 1 con una ola de expectativas.

Prácticamente sin igual en su camino hacia los títulos de GP3 y Fórmula 2, mostró una deslumbrante variedad de habilidades: desde lograr impresionantes poles, victorias dominantes –incluso cuando su coche se incendió dos veces en Silverstone– hasta demostrar su capacidad para abrirse paso entre el pelotón. Ganar campeonatos consecutivos también le enseñó a manejar la presión, una herramienta muy útil en el competitivo mundo de la Fórmula 1.

Al dar el salto a la F1 en 2018, Leclerc mostró destellos de una velocidad impresionante los sábados y una brillantez en carrera los domingos, llevando a su Sauber más allá de sus límites y ganándose un codiciado asiento en Ferrari para 2019, reemplazando al último campeón mundial de la Scuderia, Kimi Raikkonen.

Allí, inmediatamente puso la situación patas arriba, sin temor a enfrentarse rueda a rueda con el entonces número uno, Sebastian Vettel. Una primera victoria en la F1 en Spa fue seguida por otra una semana después en el sagrado terreno de Monza, el hogar de Ferrari. Los tifosi encontraron a un nuevo héroe, quien luego se convirtió en el primer piloto en superar a Vettel en puntos en una temporada con la Scuderia, una hazaña que repitió de manera contundente el año siguiente.

Las temporadas 2020 y 2021 trajeron pocos frutos para Ferrari, pero Leclerc mantuvo su determinación y emergió como un verdadero contendiente al título en 2022. Con tres victorias, 11 podios y nueve poles, fue el único piloto capaz de desafiar consistentemente al campeón Max Verstappen, aunque él y la Scuderia lamentablemente no pudieron repetir ese nivel en campañas posteriores.

Fuera del coche, Leclerc es modesto y reflexivo, pero está en una misión muy personal. Este emocionante talento joven corre en honor a su difunto padre Hervé y a su amigo y mentor Jules Bianchi, el piloto de F1 que falleció en 2015.

Con lo que ha demostrado hasta ahora, está haciéndolos sentir muy orgullosos.