Pierre Gasly

Si hay alguien que entiende lo que significa vivir los altibajos de una carrera en la Fórmula 1, ese es Pierre Gasly.

El veloz francés debutó en 2017 en Malasia en lugar de Daniil Kvyat y, tras demostrar su valía, fue nombrado piloto de Toro Rosso al año siguiente. Apenas 21 carreras después en su incipiente carrera, Gasly fue ascendido nuevamente, esta vez para reemplazar al peso pesado de Red Bull, Daniel Ricciardo.

Gasly parecía tener el don de estar en el lugar correcto en el momento adecuado, una cualidad igual de útil dentro de la pista. Una serie de impresionantes actuaciones en 2018 con Toro Rosso –incluyendo un brillante cuarto puesto en Baréin– mostraron un prometedor futuro para lo que podría lograr con el equipo «A» en 2019.

Desafortunadamente, esa promesa solo se manifestó en destellos, y rápidamente comenzó a sufrir comparaciones desfavorables con su compañero de equipo, la superestrella Max Verstappen. Tanto es así que, tras el parón de verano, fue enviado de regreso a Toro Rosso, mientras que otro joven prometedor, Alex Albon, recibió la oportunidad en el asiento principal de Red Bull.

Pero Gasly se recuperó, como solo él sabe hacerlo. En las nueve carreras restantes de esa temporada, anotó casi tantos puntos como su compañero Kvyat durante todo el año, y consiguió su mejor resultado hasta la fecha con un P2 en Brasil. Esa trayectoria ascendente continuó en 2020, culminando con una emotiva primera victoria en el Gran Premio de Italia, la carrera de casa del renombrado equipo AlphaTauri. No bajó el ritmo en 2021, cuando volvió al podio y anotó 110 de los 142 puntos del equipo.

Cuando el impulso de AlphaTauri se estancó en 2022, Gasly decidió que era hora de un cambio, uniéndose al equipo francés Alpine. Este movimiento lo ha llevado de vuelta al podio en ocasiones, pero ahora la gran pregunta es: ¿podrá ganar impulso y conseguir otra oportunidad en la élite de la Fórmula 1?